Si ya de por sí el Mini es un coche único, qué decir de la atractiva variante descapotable, que con los motores térmicos de gasolina ha hecho y hace disfrutar a muchísimos conductores en todo el mundo.
En 2020 salió al mercado el Mini Cooper SE cien por cien eléctrico con carrocería de tres puertas, y hoy por hoy una de cada cinco unidades que vende la marca se corresponde con esta versión. Por tanto era más que esperable que llegara el descapotable, sobre todo atendiendo a la aceptación que tuvo la unidad preserie que vio la luz el año pasado.
Crear un Mini eléctrico con carrocería abierta no ha sido fácil técnicamente por las limitaciones del tamaño y el formato, y de momento la marca ha decidido distinguirlo como serie especial limitada (999 unidades) a un elevado precio de 61.000 euros. 53 de ellas llegarán al mercado español a partir de mayo.
El Mini Cooper SE Cabrio se podrá elegir en dos colores, Enigmatic Black y White Silver, ambos metalizados, pero con los tiradores de las puertas, la moldura de la parrilla frontal, o los embellecedores que rodean a los faros delanteros y traseros en color bronce.
La capota de lona, decorada con la bandera “Union Jack” británica en negro, tiene un gran aislamiento, es de accionamiento eléctrico y puede plegarse o desplegarse en movimiento por debajo de los 30 km/h.
Los emblemas de Mini y las letras del modelo están decoradas en negro, mientras que el logotipo con la “E” en forma de enchufe del faldón delantero y la zaga distingue a esta versión como eléctrica. Por su parte, las llantas bitono de 17 pulgadas en aluminio reciclado son específicas.
El interior de cuatro plazas goza de los mismos detalles y calidad de acabados que las variantes ya conocidas, pero se diferencia por la placa en la que aparece el número de unidad de las 999 disponibles.
Los asientos deportivos en piel de la parte delantera son calefactables, ideal para los días frescos, y el volante forrado en cuero incluye otro distintivo para identificarlo como versión eléctrica. El maletero mantiene los mismos 160 litros de capacidad del descapotable térmico.
En cuanto al motor, no hay diferencias con respecto a la variante cerrada y es el mismo bloque con 135 kW de potencia, es decir, 184 caballos. Como aquel, la velocidad máxima está limitada a 150 km/h, pero es algo más lento acelerando atendiendo a los 8,2 que tarda en pasar de 0 a 100 km/h. La autonomía con una sola carga también es más reducida, quedándose en 201 km en ciclo WLTP frente a los 233 del Cooper SE convencional.
Como era de esperar, este Mini dispone de una interfaz digital para controlar el consumo de energía y la autonomía, además de los recursos de ayuda a la conducción integrados en el Mini Driving Assistant, tales como el control de crucero activo y la alerta de peatones o colisión con función de frenado de emergencia.
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